Gritos mudos
He vuelto a caer en el vicio inconfesable de no quererme. De arañar los espejos una y otra vez. He vuelto a caer. He vuelto a la cárcel de espinas como margarita marchita. He vuelto. He vuelto más fuerte que nunca a hacer lo que nunca debería de haber sido un comienzo. He vuelto a escribir en la última hoja sin importarme lo anterior, creerme invencible y sacar lo peor. He vuelto a ahogarme entre mis propios pensamientos encajados; en mis amargas ideas de quererte y no quererme. Cristales rotos y gritos mudos. Que nadie me escucha en esta tormenta inhumana. Que tengo el vicio de caer a más kilómetros que antes; y que con una vez no me basta.