Muy de Paula

Anota. Anota que aún sigo buscándote en las madrugadas, como un explorador entre las sábanas,  pero sin hallazgo alguno. Anota que aún en la distancia te sigo mirando como el primer día, que digo el primer día, como todos los días que te he mirado. Anota que te pienso más de lo que te imaginas, y que te quiero más de lo que imaginaba, que me dueles más de lo que esperaba,  y que te espero cada día. Anota. Sigue anotando,  porque tengo una lista infinita con los motivos por los cuales quererte y no querer dejarte ir.  Una lista, con las miles de cosas que se me quedaron por decirte y por hacer... Anota, que te quiero a ti y no a otra persona.

Creo que tardé años en entender cual era la función el hilo rojo. Símbolo del que muchos hablan y aman,  el cual les mantiene aferrados como un barco en el puerto... No sabía si era yo el problema,  o quizás la persona que el camino elegía,  pero más que hilos rojos, todos parecían estar negros de tanta toxicidad. Hasta que de repente,  como todo buen cuento,  sin hora y sin cita previa,  aparece.  Aparece el hilo rojo del que tanto habla la gente,  y pasan los días,  y las ganas de comprobar si será ese tu hilo... Y a que maldita hora quise comprobarlo. Otra vez sin hora y cita previa, pude comprobar que el hilo te une con aquella persona con la que no puedes estar. Sí,  no se por qué será rojo,  y por qué se le llamará hilo en vez de cadena. Hay tantas preguntas que quisiera averiguar y que fueran respondidas... Pero la vida es eso, tener miles de cosas y decir con el corazón en el puño  ''Ah si! yo también tengo un