Tu propia huida

Acostumbrada siempre a soportar el dolor de ver un vuelo partir,
de quedarte en la terminal con una mano delante y la otra con el puño cerrado.

Siempre se piensa que es lo peor que te puede ocurrir, 
que no hay salida,
que es un pozo sin fondo y que nunca se supera.

Siempre pensamos en ello,
sin perspectiva de futuro,
sin sacar la parte positiva, 
sin saber que cada decisión mueve el mundo,
y con ello,
nuestro destino.
Un poco caprichoso si que ha sido,
pero supongo que como todos,
nos da la oportunidad de seguir con visión o sin ella.

Pensando que siempre era lo peor descubrí que hay mucho más allá..

Lo peor es tener que planear tu propia huida.
Dar vueltas en la cama sin saber como solucionar las miles de cosas que vas a tener que afrontar, 
demasiadas horas de insomnio pensando por que puerta haría menos ruido, 
que explicación poder dar a todo el dolor recibido..
y lo más importante,
como perdonarme.

Supongo que el perdón no es algo que se busque, 
si no,
que te llega, 
y a partir de ahí puedes vivir en paz.

Huir nunca ha sido la mejor solución a los problemas, 
pero era yo 
o caer.

Nunca sabré si la caída hubiera dolido menos que irme sin despedirme..
Pero para eso está el destino,
para que con el tiempo decida si valió la pena. 

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