Lo mejor de mí estaba allí

Ahora mismo me abrazaría el alma bien fuerte, 
diciéndome 'tranquila, al final el dolor cesa'. 

Siento un mismísimo huracán dentro de mí,
 culpandome por todas las horas entre libros que he pasado, 
intentando encontrar mi futuro para poder darte lo mejor de mí. 

Sinceramente, 
lo mejor de mí estaba aquel día allí, 
sin saberlo ninguno de los dos, 
pasando unas tristes dos horas con un café de por medio y unas prisas kilométricas. 

Ahora solo queda una pequeña línea entre lo que siempre quisimos ser
 y lo que podemos llegar a perder. 

El abismo al que me asomo jamás pensé que sería así, 
ni que me pasaría a mí.

Quererte va a ser más doloroso de lo que pensaba. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Apretar el gatillo

Chica precipicio

Otra