Demuéstrala

Tal vez te has habrás preguntado cuando empezó a cambiar todo, 
cuando no fuiste consciente de que nada de lo que era antes es ahora. 

Retumban las preguntas, 
los cómo y cuando, 
y tan solo recibes un frío suspiro. 

Cuando todo te parecía tan idílico, 
tan de película, 
tan especial. 

Seguramente te habrás sentido ingenua, 
inmadura, 
te has hecho sentir a ti misma pequeña, 
no merecedora, 
inútil, para el amor. 

Cuantas veces has suspirado en la noche, 
puesto el móvil en silencio con las notificaciones de él solo activadas, 
cuantas veces te has comido la cabeza, no has dormido 
o simplemente has tenido la cabeza en otro sitio que no fuera este. 

Cuantas veces has pensado en decir basta, pero el amor te ha cegado. 

Nadie sabe que fuerte es el amor hasta que acabas dándote cuenta que te consume, que te quema. 

Tu amor es una pequeña bola que te va consumiendo, 
arrasa por donde pasa, 
sin importar lo 'loca' y descabellada que parezcan tus formas de demostrar lo mucho que le quieres. 

Mirándome al espejo pregunto - ¿Dónde está el límite? - a veces. 

Donde los pusimos para estar así. 

Vueltas y más vueltas. 

Te paras, piensas, continuas. 

Ya no sé si es amor del bueno, del malo o simplemente no es nada. 

Donde quedaron todos los pequeños detalles, 
las ganas de seguir, 
de conocer de recorrer tu cuerpo (mi cuerpo), 
dónde están. 

A veces solo necesitamos saber si todo eso se ha ido.

Necesitamos saber si hay billete de ida, pero no de vuelta, 
porque si hay vuelta, 
demuéstrala. 









Comentarios

Entradas populares de este blog

Apretar el gatillo

Chica precipicio

Otra